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Editorial

Integración laboral, todos salimos ganando

El trabajo es una herramienta fundamental para la inclusión social de cualquier persona. Es un derecho re-
cogido en nuestra Constitución y supone uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la sociedad.
Más aún cuando se trate de colectivos a los que les resulta más difícil acceder al mercado laboral, como es el
caso de las personas con discapacidad.
Por ello, en España se han desarrollado herramientas para facilitar esta integración. Cumplirlas al cien por
cien debería ser esencial para cualquier empresa. De hecho, por ley, cada empresa debe tener al menos un 2
% de su plantilla compuesta por discapacitados si tiene más de 50 trabajadores. Aunque desgraciadamente,
el índice de cumplimiento es muy bajo. Se estima que el 81% de las empresas españolas no cumple todavía
con la ley de inserción laboral (FAMMA- Cocemfe).
Las personas con capacidades diferentes son, dentro de los colectivos en riesgo, uno de los más afectados
y con mayor presencia en España: según los datos del último informe de la Base de Datos Estatal de las Per-
sonas con Discapacidad que publica el INE, representan el 4,4 % de la población española en edad laboral;
un 32,2% de ellos está desempleado, una cifra que se dispara al 72,1% si hablamos de jóvenes entre 16 y 24
años.
Y realmente son estas empresas las que juegan un papel determinante, junto con nosotras las entidades
sociales, en la difícil integración laboral.
¿Qué motivos tendría una empresa para contratar a una persona con distinta capacidad?

1. Mínimas dificultades de adaptación. Según el Estudio de la Fundación Randstad y Fundación ATRESME-
DIA, “Jóvenes, Discapacidad y Empleo, una radiografía para reflexión y acción”, sólo en un 10% de los casos,
las personas con discapacidad tuvieron dificultades para adaptarse a su puesto.

2. Actitud positiva y alto compromiso de los empleados: las empresas que contratan a personas con disca-
pacidad valoran mayoritariamente (un 58%) factores personales de estos empleados, como el talento y las
capacidades del trabajador, por encima de otras variables.
3. Aporta beneficios organizacionales: impulsar la integración laboral implica incorporar valores como la
diversidad, pluralidad, respeto y solidaridad al ADN corporativo de una organización.
4. Mejora el ambiente interno: el informe apunta a que se genera un impacto positivo (en un 33% de los
casos) de esos valores en los equipos de trabajo. Los compañeros con capacidades diferentes aportan tole-
rancia al clima laboral y, además, contagian sus ganas al resto.
5. Los incentivos y el fomento de este tipo de empleo: las empresas que se deciden a fomentar la integra-
ción, además de acceder a los grandes beneficios anteriormente mencionados, tienen derecho a algunas
bonificaciones según distintas variables relativas a las personas con discapacidad contratadas.
La integración laboral siempre ha constituido el pilar fundamental en el que han basado los objetivos de
Fundación AFIM y sus sucesivos programas de actividades desde hace más de 25 años.
La Agencia de colocación online de Fundación AFIM trabaja para mejorar esta integración y adquiere un
compromiso común con las empresas sensibilizadas y conscientes del deber que tienen en la sociedad ac-
tual. Todos salimos ganando.

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